Chica de 17 años, queriendo escapar del día a día, queriendo perderse en el momento, parar el tiempo. Preguntándose cada día, como va a afectar a mi futuro lo que haga hoy, y ¿Quien seré mañana si nada cambia? Una persona cambia pero el nombre permanece. Con miedos donde ignorarlos es la única opción en el hoy. Ayer estaba en 5º de primaria y hoy en bachiller ¿donde estaré mañana? hablar de como soy no tiene sentido si no hablo de mis miedos. Tampoco tiene sentido responder a la pregunta ¿quien soy?, yo puedo hablar de mis amigas, se quienes son ellas y ellas saben quien soy yo.
Se que perdono pero no olvido, tampoco tengo termino medio a todo o a nada, ahora o nunca, a muerte por amigas que son como hermanas, pues no soy de lavarme las manos como Pilatos, si no que pongo la mano en el fuego por la persona que aprecio. Me enseñaron que los raspones en las rodillas sanan en dos días, y que la gente pocas veces cambian, llevar como lema pisan o te pisan, y me canse de sacudirme las manos en cada caída. Confió una vez, si me fallas, me habrás perdido pues las mentiras son las que abren el foso de la desconfianza. Deje de ser la chica indefensa. Mis padres me educaron, me enseñaron a dar las gracias a estar agradecida. La vida es lo que pasa, es el tiempo y del paso de la vida es a lo que tengo miedo.
FUMEMONOS LA VIDA.
